Érase un amor futuro de Anne Kelleher

Autora: Anne Kelleher
Titulo original: A Once and Future Love.
Titulo en España: Érase un amor futuro.
Editorial: Pandora

Genero: Paranormal, viajes en el tiempo,

Inglaterra, 1994. Tras la prematura muerte de su esposa, Richard Lambert viaja a las ruinas del castillo de Barland, la que fuera la casa de sus antepasados. Mientras explora una torre medieval, solo un pensamiento ocupa su cabeza: ojalá pudiera estar con su amada. Y mientras sube los peldaños, cae de la torre… a la época medieval.

Inglaterra, 1214. Richard se encuentra en el cuerpo de su sanguinario antepasado, Richard de Lambert, cercano a la muerte tras una batalla. La esposa de De Lambert lo cuida con desagrado hasta que recupera la salud… Pero con el tiempo, ve que ya no es el hombre cruel que conocía. Y cuando Richard la mira, sabe que le han dado una segunda oportunidad…

CRITICA

No tengo palabras para describir lo aburrido y predecible de este libro. ¡Por dios,! por donde empizo?, así empecemos por Richard Lambert, ese dechado de virtudes. Un hombre que sufre por la muerte de su mujer y decide viajar a las ruinas del castillo de Barland, por la memoria de su mujer, eso no lo encuentro tan mal. Lo penoso es que él se cae por las escaleras y aparece en el mismo sitio pero en el años 1214, mira tu por donde atendido por su mujer muerta.
UPPPssss perdón, por alguien idéntico a su mujer pero que viste como una monja. Vamos y Richard se siente tan afortunado de poder estar con su amor.

Ejemmm no dicen siempre en todos lo libros que lo importante es el interior y no el exterior?, vamos que ya podrían ser gemelas, pero no por eso te vas a quedar con la otra. (otro punto negativo, lo rápido que acepta que esta en el pasado y a su nueva mujer). En ningún momento desea volver al presente y ver a sus hijos o nietos pequeños. Vamos que se olvida totalmente de ellos.

La autora tiene una mania, de describirnos totodoooo, un ejemplo es el traje de monja que ella lleva, ¡¡es tan feo, tan pobre, tan.. de tan!!… que te aburres mogollón, tanto es así que llegas a saltarte párrafos enteros solo para leer los diálogos entre ellos. Vamos aburrido y sosito.

Mejor no releerlo más.